¿Tu Equipo Juega en Contra? Cómo evitar un gol en propia puerta

Portero mete gol en propia puerta al lanzar el balón

Imagina esto: Tu organización es un equipo de fútbol en pleno partido.

El árbitro pita, la pelota vuela hacia el área de tu portería… pero en lugar de rematar al fuera del área, tu defensa cabecea hacia su propia portería .

Suena absurdo, ¿verdad? Sin embargo, esto ocurre más de lo que crees en empresas, partidos políticos o incluso clubes deportivos: cuando los colaboradores no están alineados con los objetivos, se convierten en competidores internos.

Stephen Covey, en El Octavo Hábito , revela datos escalofriantes de una encuesta a 23,000 empleados:

Sólo el 37% afirmó saber con claridad lo que intentaba lograr su empresa y por qué.

Sólo 1 de cada 5 estaba entusiasmado con los objetivos de su equipo y su empresa.

Sólo 1 de cada 5 aseguró diferenciar claramente entre sus tareas y los objetivos de su equipo y de su empresa.

Sólo el 15% sentía que su empresa los capacitaba plenamente para ejecutar los objetivos clave.

Sólo el 20% confiaba totalmente en la empresa para la que trabajaba. Los resultados son bastante aleccionadores y también abstractos.

Probablemente cuando acabe de leer estas estadísticas se irá pensando que existe una gran confusión e insatisfacción en la mayoría de las empresas.

Evalúa a tu equipo, pide presupuesto

Defensa cabecea en un córner y mete gol en propia puerta

Traducido al fútbol: En un equipo de 11 jugadores, solo 4 sabrían hacia qué portería correr . Los demás, desconectados, chutarían sin rumbo o, peor aún, obstaculizarían a sus compañeros. ¿Resultado? Un caos que beneficia solo al rival.

La Metáfora que lo Cambia Todo
Covey lo resume así:

«Si tu equipo de fútbol tuviera estos números, 9 de los 11 jugadores estarían desorientados. Dos de ellos, incluso, marcarían en propia meta mientras los demás discuten quién es el culpable».

La analogía funciona porque el fútbol es simple : todos entienden que, sin coordinación, pierdes. Las empresas, en cambio, suelen ser un laberinto de objetivos borrosos. Pero ¿y si las organizaciones operan como un equipo deportivo? Claridad, confianza y alineación será la norma, no la excepción.

Evalúa a tu equipo, pide presupuesto

El Plan: 3 Pasos para Convertirte en el Entrenador que tu Equipo Necesita

  1. Define la «Portería»
    • ¿Qué significa «ganar» para tu organización?
    • Comunica los objetivos como un guionista : con historias simples que inspiren. Ejemplo: «Este año, queremos que cada cliente se sienta como el único en el estadio».
  2. Posiciona a Cada Persona
    • Si solo el 20% sabe su rol, es hora de replantear responsabilidades.
    • Usa herramientas como OKRs (Objetivos y Clave de Resultados) para vincular tareas diarias con la misión global.
  3. Construye un Vestuario Unido
    • Fomenta una retroalimentación constante: ¿Qué barreras impiden a tu equipo colaborar?
    • Celebra los «goles colectivos», no solo los individuales.

La Pregunta que Debes Hacerte Hoy
¿Tu organización es un equipo que trabaja unido hacia un objetivo compartido… o un grupo de jugadores desconcertados que, sin querer, se sabotean?

Evalúa a tu equipo, pide presupuesto

  • Reúne a tu equipo y pregunta: «¿Todos sabemos hacia dónde vamos?» .
  • Si las respuestas son vagas, es momento de replantear la estrategia.

Como dijo Miller: «Una historia clara no solo informa, transforma» . ¿Qué historia estás contando en tu organización?

Francisco Beltrán

@fbeltran

Twitter: @beltranortin

Ponte en contacto

¿Empezamos?

Comentarios (2)

  1. Pingback: ¿COMO TE VALORAS A TI MISMO? + Cuando te meten goles en propia puerta – El Blog de Francisco Beltrán – Mentes Abiertas

  2. Pingback: ¿Juegas en equipo? | El Blog de Francisco Beltrán

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.