¿Para qué has nacido?

¿Para qué has nacido? Desde pequeños seguimos las directrices que nos marcan otros, incluso llegan convencernos de hacer cosas, que cuando nos damos cuenta no somos lo buenos que creíamos, creía el maestro o nuestros padres. Hay algunas pocas personas que no tienen este problema, como los genios de la historia, tipo Mozart, Shakespeare, Lincoln…

Vivir el pasado condiciona tu rendimiento

Es habitual que cuando recibimos un estimulo que nos saca de lo normal, tenemos la tendencia de resistir o enjuiciar, esto provoca que no experimentemos las opciones que se nos están presentando y sin poder evaluar verdaderamente la experiencia del momento. Al resistir no fluimos y dejamos que nuestra mente no haga lo que mejor