Francisco Beltrán

Ser Padre también es Actitud

Ser Padre también es Actitud

El día 12 de abril, ofrecí una charla coloquio para padres que tuvieran inquietud por ayudar a sus hijos a mejorar en el deporte y como personas. Resulto una experiencia bastante gratificante, la sala se llenó y esto dice mucho de la actitud de los padres de Caudete. Se puede decir sin riesgo de ser presuntuoso, de que son padres con un nivel de conciencia superior a la media. Porque digo esto; estoy seguro de que faltaron bastantes más de los que fueron, no se enteraron o no podían simplemente, pero los que sí que estuvieron hicieron el esfuerzo de ir y eso los honra como tales.

Hablamos de actitud, una actitud de mejora continua, un modelo de superar pequeños retos para llegar a los grandes, una saber hacer… El reto que les puse no es fácil, ya que si tenían algo que hacer que lo llevaran a la práctica, ya que sin acción no hay cambios, son los pequeños cambios los que al final te llevan a las grandes metas.

Ser Padre  es actitud y para nada es fácil, pero sin duda alguna es uno de los proyectos que más nos motivan y que supone un reto de los más difíciles a los que nos enfrentamos en la vida. Pero como todo se puede aprender, si tenemos la actitud cada día podremos mejorar en nuestra preparación de padres y madres.

Y no debemos olvidar la frase de este genial entrenador: “Cuando intentáis hacerlo lo mejor posible siempre sois ganadores, aunque el otro equipo haga más puntos”. John Wooden entrenador de Baloncesto de UCLA

No lo olvides, Ser Padre también es Actitud, porque siguiendo ese camino te llevará a la Aptitud de de ser padre.

Francisco Beltrán Ortín

Cómo ayudar a tu hijo a ser un buen deportista y mejor persona

Este jueves 12 reeditamos la charla para Padres que quieran ayudar a sus hijos a ser buenos deportistas Datos de la charla en este enlace

El pasado día 17 de noviembre, expuse una pequeña charla sobre cómo los padres y madres influyen en el rendimiento de los hijos en el deporte. Las pautas de comportamiento que se expusieron pueden trasladarse a cualquier ámbito de la vida, ya sea el deporte, los estudios o las relaciones personales…

Tomar conciencia del papel que jugamos los padres, sobre todo en edades pre-adolescentes, juega a favor de la relación que mantendremos con nuestros hijos presente y futuro.

Las creencias determinan nuestros comportamientos, así como vemos la vida. Desde muy niños estamos influidos por lo que podemos o no podemos hacer, en un cuento de J Bucay del libro – Cuentos para pensar- Narra cómo un niño de 7 años salvó a su hermano de 3 años de que se quemara en un incendio que los pilló en su casa solos, sacando al pequeño por una venta pequeña de la habitación y pasándose por el balcón a la casa del vecino y así salvarse él y su hermano, la lección que aprendes de este desenlace, la cuenta el jefe de bomberos que respondiendo a la pegunta de uno de lo suyos, cómo había podido un niño tan pequeño salvar a su otro hermano, el jefe respondió: porque nadie le había dicho que no era posible hacerlo.

Esa es la fuerza de las creencias, ese es el poder que tiene el ser humano, su fuerza mental. De ahí que nos aprovechemos de lo que el deporte puede aportar a nuestros hijos.

Valores como la perseverancia, el juego limpio, la mejora continua, la tolerancia al fracaso… todos estos y muchos más nos pueden servir para que nuestros hijos se desarrollen como buenas personas, conocedoras del trabajo necesario para conseguir algo en su vida.

Tenemos que distinguir entre lo que es deporte profesional o federado con adultos, del deporte de iniciación y tecnificación que llega hasta los 20 años o más.

Basarse solo en el resultado, es tener una visión pobre de lo que puede aportar a esa persona la actividad deportiva que desarrolla, no tener presente las mejoras que se van implementando en el día a día de los entrenamientos, es no tener una visión clara y global de las habilidades que  tu hijo está incrementando. Un resultado solo es eso, un producto de lo hecho con anterioridad, como tal si seguimos trabajando en una mejora continua, al final llegará el resultado que queremos o merecemos.

Quizás llegará a ser bueno en su afición, pero eso no tiene nada que ver con lo que él es y será, ya que como he comentado antes, un resultado solo es eso, un producto de algo.

«Tanto si crees que puedes, como si crees que no, 

en ambos casos tienes razón». Henry Ford

Descarga: Folleto padres deportistas
Video de Masaru Emoto y la estructura del agua

Francisco Beltrán Ortín

Máster en Psicología del ejercicio físico y del deporte.