¿Para qué has nacido?

Desde pequeños seguimos las directrices que nos marcan otros, incluso llegan convencernos de hacer cosas, que cuando nos damos cuenta no somos lo buenos que creíamos, creía el maestro o nuestros padres. Hay algunas pocas personas que no tienen este problema, como los genios de la historia, tipo Mozart, Shakespeare, Lincoln… sabían en qué eran buenos.

Para que he nacidoSegún P.Drucker; La mayoría de las personas creen saber en qué son buenas. Por lo general se equivocan. Con mayor frecuencia, saben en qué no son buenas, y aun así son más las que se equivocan que las que aciertan. Y, sin embargo, una persona sólo puede desempeñarse a partir de fortalezas. Uno no puede basar su desempeño en debilidades, y mucho menos en algo que no puede hacer en absoluto.

Descubrir en qué somos buenos debe de ser una de las acciones más importantes que debemos llevar a cabo. El caso es bien sencillo, solo tenemos que registrar las tareas que nos propongamos, y después evaluar el nivel de éxito obtenido, en poco tiempo sabremos, qué es lo que se nos da mejor, y por lo tanto será donde pondremos todo nuestro mayor esfuerzo.

Si somos buenos haciendo algo, no nos costará llegar a ser muy buenos o excelentes. Por eso hay que saber qué se nos da bien, para que pongamos toda nuestra energía en ello.

Uno no debería gastar mucho esfuerzo en mejorar cosas que no se le da bien, es necesaria mucha más energía para pasar de la incompetencia a la mediocridad, que del buen hacer a la excelencia. Por lo tanto si queremos disfrutar y llevar una vida plena, debemos de descubrir en que somos buenos, que es lo que se nos da bien, cuales son nuestras mejores cualidades, cómo aprendemos, cómo podemos ayudar a otros a ser mejores… de esta forma tendremos una vida de contribución con los que nos rodean. Si hay algo que no se nos de bien y queremos aprender, no pasa nada, sabremos que solo aspiraremos a un nivel medio, sin que esto suponga ningún problema.

 

Sun Tzu escribió hace casi 3.000 años; Por tanto os digo: Conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo; en cien batallas, nunca saldrás derrotado. Si eres ignorante de tu enemigo pero te conoces a ti mismo, tus oportunidades de ganar o perder son las mismas. Si eres ignorante de tu enemigo y de ti mismo, puedes estar seguro de ser derrotado en cada batalla.

 

Estoy en proceso de descubrimiento y tú

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Francisco Beltrán Ortín

Comentario (1)

  1. Pingback: Principios de liderazgo | Phil Jackson – 1ª parte – Francisco Beltrán Ortín

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